La casa pinariega aguarda en su interior el espacio más cautivador de cuantos he conocido en la arquitectura vernácula española: la cocina pinariega, con su chimenea encestada, cuya abertura superior es la única fuente de luz para toda la estancia.
La casa pinariega aguarda en su interior el espacio más cautivador de cuantos he conocido en la arquitectura vernácula española: la cocina pinariega, con su chimenea encestada, cuya abertura superior es la única fuente de luz para toda la estancia.